Tú eres quien con su tibieza calma mi sed de nostalgia y por ti mi corazón produce más de una sensación de dulzura. Cuando te siento cerca mis venas hacen correr mi sangre con mucha más fuerza, porque a causa de tus ojos soy feliz en cada instante en el que tu ser me hace mas importante en tus días. Mi jardín de sueños que de madrugada se ven abrigados por tus palabras de amor, porque cuando me muestras que eres para mí me enseñas que en mi vida hay una razón fuerte adicional que se suma a muchas más y que son el motor para que este humilde corazón bombee energía circulante que sin ánimos de teorías más allá de sentimientos reales y racionales, vuelcan mi desamor tornándolo materia de duro trabajo para grandes expectativas. En suma quiero enseñarte que mis días tienen preparado para ti un lugar especial en el que nadie entra y del cual tu y solo tú eres parte primordial, esencial y verdadera.
Cuando mis miedos se dilatan y son cambiantes, siempre te encuentro a ti para que de una manera especial, sistemática, no perfecta pero sublime me enseñes que en el horizonte nos vemos juntos; que al citar nuestros escudos descubrimos que tenemos uno solo, que nos protege de tormentas que se hacen escalofriantes, pero que en definitiva son el antídoto perfecto a la inmunidad, escudos que nos protegen, nos mantienen juntos, a toda viva voz, en el lejano sendero es que me veo contigo, montando la más grande historia que tus susurros le dictan a mi corazón y que mis manos plasman cuando de una manera bastante especial puedo concretar en que tu bello nombre son el principio de la palabra amor.
Soy el brazo que apoya tus sueños y el hombre que te regala amor, aquel que ha llegado a tu vida para gozarte feliz cuando sonríes, de igual manera que cuando me robas sentimientos y haces que me convenza de que hay más que personas especiales para mi, puesto que en mis sueños estas tu y porque en tus sueños estoy yo.
Lucho Feijoo.
Lima- Perú.
